18 nov. 2024
Antes fue un experto y saludable cirujano, ahora utiliza un andador para realizar sus tareas diarias
Magnus Legert es un gran exjugador de tenis que trabajó como cirujano ortopédico. La vida, sin embargo, tomó un giro inesperado. De ser un hombre sano de 50 años, ahora vive con ataxia y depende mucho de un andador. La rehabilitación es una parte importante en la vida cotidiana de Magnus y si no cuenta con buenos dispositivos de asistencia, esto sería imposible. Aquí, comparte su historia con la esperanza de ayudar a más personas a lograr la libertad de movimiento.
Articulo escrito por Emelie Högstedt
¿Cómo era su vida antes de que se enfermara?
“Como traumatólogo trabajé con un martillo, una sierra y un destornillador. Cada día de trabajo era una sesión de entrenamiento; tenía que mantenerme en forma para desempeñarme bien en mi trabajo, por lo que corría, fortalecía los músculos y jugaba al tenis de alto nivel”.
Hace siete años de repente comenzó a tener dificultades con la coordinación y el equilibrio, ¿qué sucedió?
“Mis síntomas aparecieron por primera vez cuando estaba entrenando en un gimnasio al aire libre y mis piernas comenzaron a moverse por su cuenta. Empezó lentamente, pero sin duda empeoró y con el tiempo tuve dificultad para caminar. Después de varios meses de investigación con un neurólogo, se detectó un cambio en las señales de la columna torácica y cervical, pero todo lo demás era normal. Después de esto, empecé a sufrir de un trastorno de agotamiento. Solo después de dos años de terapia y rehabilitación pude caminar con relativa facilidad. Empecé a trabajar más, ejercitarme menos y llegué a estar peor. Me caí y me rompí el tobillo en el 2021, trabajé para volver a ser el de antes y pude correr con bastones en el 2022, pero ese mismo año contraje la COVID-19. Hace un año, apenas podía hablar, no podía caminar, mis músculos respiratorios dejaron de funcionar y perdí casi todo el pelo de mi cuerpo. No pensé que sobreviviría esta Navidad. Cuando tomaba antidepresivos en altas dosis, finalmente me di cuenta. Tenía bajos niveles de ácido fólico en mi sangre y casi bajos niveles de B12; sin embargo, mi hemograma era normal, lo que no tiene sentido. Así que decidí probar medicamentos a base de vitaminas B12 y ácido fólico. Después de unos días, todo cambió. De hecho, leí un artículo del profesor adjunto Herman Nilsson-Ehle Herman Nilsson-Ehle, quien apoyó este increíble suceso. De la noche a la mañana, pude extender mi mano sin temblar y, después de un par de semanas, pude hablar y caminar con la ayuda de un andador”.
Usted necesita mucho un andador — Cuéntenos.
“Yo quería rehacer mi vida de nuevo, salir al bosque y caminar por terreno accidentado, y, de esta manera, aprender a caminar mejor, tal vez incluso, correr. La naturaleza es el medio propicio para que hagamos los ejercicios necesarios, pero contar con un andador todoterreno resultó ser imposible. La ciudad donde vivo adquirió andadores que son inestables a los extremos, tienen malos frenos y las ruedas se atascan de costado. Cuando probé uno todoterreno, casi me mato. Luego, busqué en línea los andadores de Trionic”.
¿De qué manera un andador cambia su vida diaria?
“Ha cambiado por completo mi vida que me ha dado tanta libertad. He tenido un andador Veloped de Trionic por tres semanas y he empezado a correr un poco. No pensé que eso sería posible; es una alegría poder salir al bosque. A menudo, escucho de los transeúntes comentarios como "¡Buen trabajo!", lo que también aumenta mi autoestima”.
Hay un cierto estigma en torno al uso de un andador: ¿cómo fue su experiencia?
“Hace un año, cuando tuve que utilizar un andador para llegar al médico, me sentí inútil. Antes era bastante vanidoso, ya sabe. Ahora, no me importa nada y preferiría tomar el andador que un carrito en el supermercado. El andador todoterreno de Trionic también es difícil: la gente puede fantasear acerca de cómo era antes de que lo necesitara”.
¿Cómo ve el futuro?
“He respondido sumamente bien al tomar medicamentos a base de vitamina B12, así que ahora espero que las funciones musculares se mantengan y se mejoren. Tengo obnubilación mental, discapacidad física y no sé cuántos de mis nervios dañados se regenerarán, pero me considero saludable y estoy ahora viviendo mi segunda vida. En noviembre, hablaré en una convención de personas mayores de edad y espero que más personas tengan acceso a los dispositivos de ayuda para caminar. Lo más importante, los andadores que se emplean para uso diario permiten una vida activa al aire libre. No implica tener que ir por lugares no asfaltados. Puede ser simplemente pasar por el umbral de la puerta”.